Aquí estoy, sigo en este camino. No he tenido un embarazo por milagro ni me he rendido. Ha sido todo tan dificil que he querido dejar la infertilidad en un rinconcito de mi vida por un tiempo. Pero vuelvo a tratamiento y con ello vuelven los miedos.
Mi embrioncito estaba enfermo, así que nos han propuesto hacer varias FIV más y hacer DGP, pero antes debo hacer el proceso de mejora de antrales. En ello estoy ahora, tomando la meriestra, que es uno de los medicamentos que no me gustan, pero esta vez no me está sentando tan mal. Tomo tal cantidad de pastillas que voy hecha un lío! Meriestra, Seidivid, Omega, Dianben, cosas homeopáticas que la mayoría de días olvido tomar porque no creo mucho en ellas la verdad. Voy con mi o astillero en el bolso cual abuela. También estoy acudiendo a acupuntura, cuando el tiempo lo permite. Como ven más no puedo hacer.
Mi esposito y yo en secreto hemos pensado en hacer esta FIV y de acuerdo al resultado o bien arriesgarnos a hacer transferencia o ir directo a ovo. No queremos prolongar tanto el sufrimiento. En cierto modo nos cogemos al clavo ardiente de pensar que si me quedé embarazada con un embrion enfermo con uno sano donado también podré! Esto es lo único que nos permite continuar, saber que al final del túnel hay una luz, aunque sea de un foco que no habíamos pensado necesitar.
Es muy duro todo! Pero estoy fuerte, me siento bien. Aunque cuando comienzo los pinchazos ya me transformo en una mujer con miedo. Miedo a cuantos ovulos hay, miedo a cuantos sacan, miedo extremo a cuantos fecundan, más miedo a cuantos progresan. En fin.... Solo de pensarlo se me cierra el estomago.
Pero de momento estoy muy animada, trabajando mucho, ilusionándome con otras cosas e intentado pensar en positivo.
Muchos besos
